enero 6, 2020

Qué es una fractura ósea
Una fractura es un cambio en la forma normal del hueso como consecuencia de la aplicación sobre el mismo de una fuerza superior a la que éste puede resistir.
Dentro de la categoría de fracturas incluimos tanto las fracturas alta conminución como las pequeñas fisuras apenas perceptibles.
¿Qué puede causar una fractura ósea?
- Traumatismo directo: La causa de la rotura es un impacto que incide directamente sobre el punto fracturado. Ejemplo: un martillazo en un dedo.
- Traumatismo indirecto: La fractura se produce a una cierta distancia de la fuerza que la origina. Ejemplo: al caer, el individuo apoya la mano, pero se fractura el hombro.
- Fractura patológica: Se producen por un debilitamiento del hueso debido a alguna patología, por lo que el hueso se rompe incluso frente a fuerzas leves. Ejemplo: paciente con cáncer óseo que ve como su estructura esquelética se debilita.
- Fractura por fatiga o estrés: Se originan por fuerzas que actúan sobre el hueso con mucha frecuencia, pese a que puedan ser de baja intensidad relativa. Ejemplo: fractura en un dedo del pie cuando un corredor entrena para una maratón.
Tipos de trazos de una fractura ósea
El trazo de una fractura es el patrón físico que sigue la rotura. Puede haber infinidad de trazos de fractura, pero los más habituales son los que recogemos en esta imagen.
- Fractura transversa: El trazo es perpendicular al eje mayor del hueso.
- Fractura oblicua: El trazo tiene cierta inclinación sobre el eje mayor del hueso.
- Fractura en ala de mariposa: Es un trazo típico cuando se producen fuerzas de doblado sobre el hueso. Presentan un fragmento intermedio con forma de cuña.
- Fractura espiroidea: Suelen ser consecuencia de fuerzas torsionales y el trazo va en espiral alrededor del hueso.
- Fractura segmentaria: Son aquellas en las que un segmento óseo se queda completamente aislado de los extremos. El mayor riesgo que presentan es la pérdida de la irrigación sanguínea.
- Fractura conminuta: Cuando la fractura presenta múltiples fragmentos.
- Fractura parcelar: Se trata de roturas de partes no esenciales o estructurales del hueso. Un ejemplo son las avulsiones, que se producen cuando una fuerza muscular importante arranca la parte del hueso en que se ancla el músculo.
- Incurvación: No son habituales y se producen en niños. No se trata de una rotura completa, sino de una deformación plástica del hueso.
- Fractura impactada: Ante una fuerza compresiva (y, sobre todo en zonas de hueso esponjoso), los fragmentos quedan comprimidos entre ellos.
- Fractura en tallo verde: Propias de los niños, es una fractura incompleta del hueso, con una forma que recuerda a la de una rama verde a medio romper.
¿Cuáles son las fases de una fractura ósea?
- Fase inflamatoria: Al romperse un hueso, los vasos que lo nutren se rompen y se produce la consiguiente hemorragia. La sangre pronto coagula y forma un hematoma alrededor del foco de fractura. La rotura de los vasos hace que se produzca una necrosis en los extremos óseos y, además, las células englobadas dentro del hematoma también se desvitalizan. La presencia de material necrótico estimula una respuesta inflamatoria intensa que empieza justo tras la fractura y dura tres o cuatro días. Durante este tiempo, distintos tipos de células inflamatorias y fibroblastos invaden el hematoma.
- Fase de fibrocartílago o callo óseo blando: El hueso necrótico se elimina por osteoclastia y los tejidos blandos muertos van siendo retirados por los macrófagos. Los fibroblastos se activan y se genera un tejido de granulación que supone la aparición de nuevos vasos y, con ellos, la llegada de más células de tejido conectivo. Se empieza a formar un tejido denominado callo fibroso o fibrocartílago, compuesto de una amalgama poco estructurada de tejido fibroso, cartílago y hueso amorfo. El callo envuelve al hueso tanto por dentro como por fuera y forma un puente que permite estabilizar la fractura y cargar sobre el hueso antes de que la curación sea completa.
- Fase de osificación: El fibrocartílago comienza a osificarse progresivamente, convirtiéndose el callo en hueso no estructurado.
- Fase de remodelación: El hueso se va organizando y volviéndose progresivamente más fuerte. Poco a poco recupera su función y forma normales, pero puede ser un proceso que dure muchos años y, si el individuo es mayor o la fractura muy compleja, puede que nunca se recupere por completo.
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